Cansado de los artificios propios de la televisión el cine o la publicidad y como liberación, mi fotografía busca “la verdad” en las calles de la ciudad. Una fotografía documental y realista, nada impostada o preciosista que abusa incluso de desenfoques o encuadres técnicamente incorrectos. Transmitir la realidad de unas calles en continuo movimiento cuyo paisaje urbano cambia a través la gente que las transita. Madrid sirven de escenario de este cajón desastre para unos protagonistas que permiten pensar que detrás de las mascaras de los personajes o situaciones que retrata hay personas de carne y hueso con conflictos internos que transmiten a través del objetivo sin necesidad de palabras.